El producto terminado
El proceso de compostaje es un proceso biológico controlado, requiere un seguimiento adecuado para optimizar los parámetros antes citados y la descomposición óptima de los biorresiduos, permitiendo que se sucedan las tres fases del proceso. Pero, sobre todo que se mantengan continuamente las condiciones aeróbicas, para evitar putrefacción, malos olores y baja calidad del compost final. El compost aeróbico producido tiende a tener una mayor calidad en términos de estabilidad, contenido de nutrientes y ausencia de patógenos. Se emplea como abono o enmienda orgánica en agricultura y jardinería. Se distingue por su color oscuro similar al chocolate, con agradable aroma a tierra de bosque, el mal olor es síntoma de mala calidad y que el proceso aeróbico no ha sido el adecuado.
Además, el compost presenta las siguientes características y usos:
- Alto contenido en materia orgánica humificada, nutrientes de fácil y óptima asimilación por las plantas.
- Aporta microorganismos beneficiosos al suelo y sirve a su vez de soporte y alimento a ambos.
- Eleva la biología y biodiversidad del suelo, así como su fertilidad.
- Genera estructura en el suelo y elimina la compactación de éste.
- Se consigue mayor captación, almacenamiento y disponibilidad de agua en el suelo.
- Suministra macro y micronutrientes al suelo y a las plantas.
- El sobreabonado y exceso de nitratos no son posibles por contener nutrientes de liberación lenta.
- Mayor crecimiento y producción de las plantas.
- Mejora la resistencia de las plantas y la reproducción de las plantas.
- Aumenta la calidad nutricional de los alimentos cosechados.
- Secuestra el carbono en el suelo retirándolo de la atmósfera contribuyendo así a la reducción del CO2 y evitando el cambio climático y el daño que este provoca.
- Rafael Zárate
- Regenera tu Suelo
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